"Los buenos somos más", dice la gente por ahí. A veces, viendo a mi alrededor, me asusta que no sea real. A veces, viendo a mi alrededor, me preocupa que los malos sean más. Que los malos griten más alto, que hagan más daño. Que a los buenos no nos dé tiempo de enmendar el mal, que no podamos sanar las heridas. En cambio, a veces, viendo a mi alrededor, me alegro de ver impactos positivos, montañas repletas de granitos de arena de todos los buenos. A veces, viendo a mi alrededor, me enorgullezco de la gente, y me emociono por el arte, que ayuda a generar vínculos de ayuda, vínculos de bondad.
Desde el pasado fin de semana, más de 200 voluntarios (niños y niñas, señores y señoras mayores, adultos, adolescentes y hasta perros) llegaron desde lejos y desde cerca a Tirrases a poner una mano, una mano de pintura. Cada pincelada y cada brochazo, un granito de arena para la montaña. A la mano de diversas organizaciones, empresas y colectivos, los voluntarios y los artistas, se pintó el mural más grande del país - 200m de manitas, dibujitos y frases de unión y comunidad; todo con un cierre de oro, la frase mágica - SI FUERA DE ALGUN LUGAR TENDRÍA QUE SER DE AQUI, DEL CANTO DEL CORAZÓN DEL SUELO DONDE NACí.
Gracias Arquitectura Solidaria por ser una de las organizaciones que ayuda a impactar positivamente en el mundo y por querer y creer en mi trabajo.